Inauguran planta contra el gas metano en Huaycoloro
El mayor proyecto de protección ambiental realizado en el Perú fue inaugurado por la compañía peruana Petramas, en el primer relleno sanitario privado de Latinoamérica en la quebrada de Huaycoloro, a pocos kilómetros de Lima. Este proyecto, que ha contado con el auspicio del Banco Mundial, consiste en una planta de conversión que permitirá eliminar el gas metano producido por los residuos sólidos de este relleno contribuyendo de esta manera, a luchar contra el fenómeno del calentamiento global.
El proyecto, que ha demandado una inversión total de 20 millones de dólares, es el primero en el Perú que se enmarca en las acciones del protocolo de Kyoto para evitar mayores trastornos climáticos producidos por el efecto invernadero. El acto se realizó en la Planta de Petramas en Huaycoloro y contó con la asistencia de altas autoridades de gobierno, encabezadas por el ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia, el Director Regional del Banco Mundial para Ecuador, Bolivia y Perú Marcelo Guigale y representantes de diversos organismos nacionales e internacionales especializados en medio ambiente.
El Gerente General de Petramás, doctor Jorge Zegarra, explicó que el proyecto ha requerido la construcción de un gaseoducto de 10 km de extensión para la captación del biogás generado en el relleno por la degradación natural de los residuos sólidos orgánicos, para ser quemado en un equipo de combustión de última tecnología. “Con la inauguración de esta moderna planta, levantada por ingenieros y trabajadores nacionales, hacemos honor al nombre de nuestra empresa: Peruanos trabajando por un medio ambiente saludable” afirmó Zegarra en sus palabras de bienvenida a los asistentes.
Informó, igualmente que en Huaycoloro se destruirán en un periodo de seis años el equivalente de 2 millones de toneladas de CO2.“De este modo protegemos el medio ambiente, creamos puestos de trabajo y ayudamos a cuidar la salud de los peruanos” afirmó. Por su parte el representante del Banco Mundial sostuvo que la inauguración de esta planta “Es un paso fundamental para el Perú que empieza así a cumplir el Protocolo de Kyoto”. El protocolo de Kyoto –firmado en 1992- propone la reducción de la emisión de gases que producen el efecto invernadero. En el caso de la planta de Petramás la conversión de metano en dióxido de carbono, reducirá en 21 veces el efecto negativo de la emisión de estos gases a la atmósfera. En el futuro, Petramás contempla la generación de energía eléctrica a partir de la combustión de los gases de esta misma planta.
En el Perú, Petramás es la primera empresa en contar con la aprobación de la Junta Ejecutiva de las Naciones Unidas para la realización de un Mecanismo de Desarrollo Limpio.
Calentamiento La emisión del gas metano es uno de los principales causantes del calentamiento global. Se calcula que cada tonelada de gas metano liberado en la atmósfera, equivale a 21 toneladas de dióxido de carbono, que de no ser tratado, impacta negativamente en el ecosistema.
Por: Jorge Zegarra R.
Por: Jorge Zegarra
lunes, 9 de noviembre de 2009
Medio Ambiente
Entrevista con Jaime de Althaus en la Hora N
Entrevista a Jorge Zegarra, realizada en el programa la Hora N por el conocido periodista Jaime de Althaus, conversando sobre el proyecto de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) en el Relleno Sanitario de Huaycoloro.
El pasado 29 de marzo PETRAMAS inauguró una planta de destrucción de metano en Huaycoloro. ¿Que significado tiene este hecho para nuestro país?
Tenemos la gran satisfacción de haber puesto en marcha el más importante Mecanismo de Desarrollo Limpio en el país. Este proyecto fue aprobado por la Junta Ejecutiva del Mecanismo de Desarrollo Limpio de las Naciones Unidas y se enmarca en las acciones del Protocolo de Kyoto para disminuir los trastornos climáticos producidos por el «efecto invernadero». Tuvimos el auspicio institucional del Banco Mundial cuyo Director Regional para América Latina, Marcelo Giugale, nos acompañó en el lanzamiento.
Podría explicarnos, desde el punto de vista técnico, ¿en qué consiste el proyecto?
El proyecto consiste en la construcción de 150 pozas de captación del biogás generado por la descomposición anaeróbica de aproximadamente 7 millones de toneladas de residuos sólidos orgánicos depositados en las plataformas del relleno sanitario de Huaycoloro. Un gaseoducto de 10 km. de extensión y una planta de conversión en la que con tecnología de punta en un quemador de 15 metros de altura y a una temperatura de 1.600 grados se transforma el gas metano en dióxido de carbono.
Este gas, el dióxido de carbono, tiene una capacidad de retención de calor dos veces menor que el metano.
¿Qué beneficios al medio ambiente va a generar esta planta?
La planta va a evitar que, en los próximos seis años, el equivalente a 2 millones de toneladas de CO2 sean expelidas a la atmósfera. Los beneficios esperados son, a nivel global, proteger el medio ambiente y combatir el calentamiento y a nivel nacional, crear puestos de trabajo y ayudar a cuidar la salud de los peruanos.
¿Cuál ha sido el costo de la inversión realizada?
El proyecto es el resultado de un trabajo de años. La inversión preoperativa supera los 18 millones de dólares y la inversión operativa es de 2 millones de dólares, financiados íntegramente con recursos propios y crédito de la banca nacional. En total la inversión es de más 20 millones de dólares.
Finalmente, ¿considera que el tema medio ambiental va a ingresar en la agenda del país y que van a surgir muchos proyectos como el desarrollado por ustedes?
Sería lo deseable. Pero el prerequisito de ello es que, como país, adoptemos una política de Estado que apoye los mecanismos de desarrollo limpio. Recursos financieros hay en el exterior, propósitos hay entre los empresarios nacionales, se necesita una fuerza articuladora que tiene que venir del Gobierno nacional y que debe reflejarse en los Gobiernos Regionales y locales para impulsar la ejecución de este tipo de proyectos en todo el país. Sin mecanismos de desarrollo limpio no habrá futuro.
Por: Jorge Zegarra R.
Por: Jorge Zegarra
Entrevista a Jorge Zegarra, realizada en el programa la Hora N por el conocido periodista Jaime de Althaus, conversando sobre el proyecto de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) en el Relleno Sanitario de Huaycoloro.
El pasado 29 de marzo PETRAMAS inauguró una planta de destrucción de metano en Huaycoloro. ¿Que significado tiene este hecho para nuestro país?
Tenemos la gran satisfacción de haber puesto en marcha el más importante Mecanismo de Desarrollo Limpio en el país. Este proyecto fue aprobado por la Junta Ejecutiva del Mecanismo de Desarrollo Limpio de las Naciones Unidas y se enmarca en las acciones del Protocolo de Kyoto para disminuir los trastornos climáticos producidos por el «efecto invernadero». Tuvimos el auspicio institucional del Banco Mundial cuyo Director Regional para América Latina, Marcelo Giugale, nos acompañó en el lanzamiento.
Podría explicarnos, desde el punto de vista técnico, ¿en qué consiste el proyecto?
El proyecto consiste en la construcción de 150 pozas de captación del biogás generado por la descomposición anaeróbica de aproximadamente 7 millones de toneladas de residuos sólidos orgánicos depositados en las plataformas del relleno sanitario de Huaycoloro. Un gaseoducto de 10 km. de extensión y una planta de conversión en la que con tecnología de punta en un quemador de 15 metros de altura y a una temperatura de 1.600 grados se transforma el gas metano en dióxido de carbono.
Este gas, el dióxido de carbono, tiene una capacidad de retención de calor dos veces menor que el metano.
¿Qué beneficios al medio ambiente va a generar esta planta?
La planta va a evitar que, en los próximos seis años, el equivalente a 2 millones de toneladas de CO2 sean expelidas a la atmósfera. Los beneficios esperados son, a nivel global, proteger el medio ambiente y combatir el calentamiento y a nivel nacional, crear puestos de trabajo y ayudar a cuidar la salud de los peruanos.
¿Cuál ha sido el costo de la inversión realizada?
El proyecto es el resultado de un trabajo de años. La inversión preoperativa supera los 18 millones de dólares y la inversión operativa es de 2 millones de dólares, financiados íntegramente con recursos propios y crédito de la banca nacional. En total la inversión es de más 20 millones de dólares.
Finalmente, ¿considera que el tema medio ambiental va a ingresar en la agenda del país y que van a surgir muchos proyectos como el desarrollado por ustedes?
Sería lo deseable. Pero el prerequisito de ello es que, como país, adoptemos una política de Estado que apoye los mecanismos de desarrollo limpio. Recursos financieros hay en el exterior, propósitos hay entre los empresarios nacionales, se necesita una fuerza articuladora que tiene que venir del Gobierno nacional y que debe reflejarse en los Gobiernos Regionales y locales para impulsar la ejecución de este tipo de proyectos en todo el país. Sin mecanismos de desarrollo limpio no habrá futuro.
Por: Jorge Zegarra R.
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Una política de Estado ante el Cambio Climático
Sobre el decisivo tema del Cambio Climático, El Peruano dialogó con Jorge Zegarra, hombre comprometido con el medio ambiente y propulsor de la instalación en Lima de uno de los más importantes proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio aprobado en el Perú por la Junta de las Naciones Unidas.
¿Por qué tendría que interesarnos a los peruanos el cambio climático, acaso este no es problema que afecta solo a las economías desarrolladas?
De ninguna manera, el cambio climático es un fenómeno que afecta a todos los que habitamos el planeta, independientemente de donde nos encontremos. El cambio climático afectará los elementos básicos de la vida de todas las personas del mundo; el acceso al agua, la producción de alimentos, la salubridad y el medio ambiente. Los impactos del cambio climático afectarán mas severamente a los países menos desarrollados. Paradójicamente los países vulnerables –que son los que menos han contribuido a las causas del calentamiento global – padecerán antes y con mayor severidad los efectos de este fenómeno. Afrontar sus consecuencias y tratar de mitigar sus efectos es responsabilidad que debe ser asumida a nivel mundial. La disyuntiva no es evitar el cambio climático y obstruir el crecimiento y desarrollo, ahora es posible lograr el desarrollo y crecimiento sin generar la emisión de gases de efecto invernadero.
¿En el Perú se han tomado ya algunas medidas?
Hasta hace muy poco tiempo los peruanos, particularmente nuestros gobernantes y el sector empresarial, han ignorado los efectos del cambio climático, atribuyéndolos a una moda externa de ecologistas o radicales que no nos alcanzaban. Sin embargo, en años recientes el nivel de conciencia ha aumentado y se ha empezado a encarar el problema, sobre todo con la aprobación de la Ley General del Medio Ambiente y la creación de instituciones como el Consejo Nacional del Medio Ambiente y el Fondo Nacional del Medio Ambiente que se han convertido en pioneras en la generación de conciencia ambiental.
Recientemente, en el Congreso de la República se ha creado la Comisión Especial de Cambio Climático. Estos son avances importantes, que sin embargo, no son todavía suficientes.
¿A su juicio que sería necesario hacer adicionalmente a lo ya avanzado?
Debemos dejar de estar de espaldas a esta realidad porque el riesgo es muy alto, sobre todo por las consecuencias económicas negativas que puede traer. Lo que hagamos ahora y a lo largo de las próximas décadas podrá plantear riesgos de grandes alteraciones en la actividad económica y social de magnitud similar a los que se produjeron como consecuencia de la depresión económica de la primera mitad del siglo XX.
Por ello, necesitamos una acción integral que involucre al Estado, las empresas y la sociedad civil organizada. Personalmente visualizo campos de acción a estos múltiples niveles.
¿Cuáles serían las responsabilidades de cada uno?
Primero, el Estado debe dejar de considerar el problema medio ambiental como un tema aparte de su política general, sino que debe ser integrado como un componente de todos los aspectos sectoriales de la misma. Es decir políticas agrarias, mineras, pesqueras, etc no deberían aplicarse sin tener en consideración su componente medio ambiental.
Segundo, las empresas tienen que asumir el costo de protección del medio ambiente como parte de sus responsabilidades. Y esto significa que las empresas que explotan recursos del medio ambiente deben restituirlos para no generar desequilibrios futuros, lo que vale sobre todo para las industrias extractivas o las que afectan el aire, el agua y el suelo.
Y el más difícil de todos, pero que debería ser el primero que abordemos es el de la cultura medio ambiental que sólo puede cambiarse mediante el sistema educativo. En casas y escuelas los niños deberían aprender a una actitud diferente respecto al uso del agua y de la energía, y al tratamiento de los residuos. Desde niños deberíamos formarnos en el ahorro de los recursos básicos y en la cultura del reciclaje.
¿Con ello se resolvería el problema?
Solo se mitigaría, por cuanto se necesitan decisiones mayores. Por ejemplo: definir y promover una matriz energética sostenible. Nuestra matriz energética tiene un fuerte componente de fuentes fósiles no renovables, básicamente el carbón, primero, y el petróleo ahora. Hoy sabemos que esta matriz no es ya más viable a futuro. Por ello, deberíamos empezar a desarrollar otras fuentes energéticas limpias con las tecnologías disponibles gracias al avance científico. Por ejemplo, los biocombustibles, la energía eólica o la energía solar.
Uno de los factores que más daña el medio ambiente en el mundo es el proceso de urbanización creciente y caótico, ¿éste es el caso también de nuestro país?
Efectivamente, el crecimiento de las ciudades ha generado problemas que no eran preexistentes. Por ejemplo, con la generación de enormes volúmenes de agua servida que a través de colectores se descargan sin tratamiento en ríos, lagos y el mar, contaminándolos.
Otro caso también evidente es el de la contaminación del aire por gases tóxicos o residuos industriales, a lo que debe añadirse la contaminación generada por el parque automotor. En nuestro caso, la falta de sistemas de transporte público masivo ha dado lugar a un exceso del número de vehículos que generan una gran emisión de gases tóxicos.
Menos conocidas, pero igualmente peligrosas son la contaminación sonora, la contaminación visual y la contaminación lumínica que afectan a las grandes ciudades, y de las cuales ya tenemos efectos negativos en nuestro país.
Por: Jorge Zegarra R.
Por: Jorge Zegarra
Sobre el decisivo tema del Cambio Climático, El Peruano dialogó con Jorge Zegarra, hombre comprometido con el medio ambiente y propulsor de la instalación en Lima de uno de los más importantes proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio aprobado en el Perú por la Junta de las Naciones Unidas.
¿Por qué tendría que interesarnos a los peruanos el cambio climático, acaso este no es problema que afecta solo a las economías desarrolladas?
De ninguna manera, el cambio climático es un fenómeno que afecta a todos los que habitamos el planeta, independientemente de donde nos encontremos. El cambio climático afectará los elementos básicos de la vida de todas las personas del mundo; el acceso al agua, la producción de alimentos, la salubridad y el medio ambiente. Los impactos del cambio climático afectarán mas severamente a los países menos desarrollados. Paradójicamente los países vulnerables –que son los que menos han contribuido a las causas del calentamiento global – padecerán antes y con mayor severidad los efectos de este fenómeno. Afrontar sus consecuencias y tratar de mitigar sus efectos es responsabilidad que debe ser asumida a nivel mundial. La disyuntiva no es evitar el cambio climático y obstruir el crecimiento y desarrollo, ahora es posible lograr el desarrollo y crecimiento sin generar la emisión de gases de efecto invernadero.
¿En el Perú se han tomado ya algunas medidas?
Hasta hace muy poco tiempo los peruanos, particularmente nuestros gobernantes y el sector empresarial, han ignorado los efectos del cambio climático, atribuyéndolos a una moda externa de ecologistas o radicales que no nos alcanzaban. Sin embargo, en años recientes el nivel de conciencia ha aumentado y se ha empezado a encarar el problema, sobre todo con la aprobación de la Ley General del Medio Ambiente y la creación de instituciones como el Consejo Nacional del Medio Ambiente y el Fondo Nacional del Medio Ambiente que se han convertido en pioneras en la generación de conciencia ambiental.
Recientemente, en el Congreso de la República se ha creado la Comisión Especial de Cambio Climático. Estos son avances importantes, que sin embargo, no son todavía suficientes.
¿A su juicio que sería necesario hacer adicionalmente a lo ya avanzado?
Debemos dejar de estar de espaldas a esta realidad porque el riesgo es muy alto, sobre todo por las consecuencias económicas negativas que puede traer. Lo que hagamos ahora y a lo largo de las próximas décadas podrá plantear riesgos de grandes alteraciones en la actividad económica y social de magnitud similar a los que se produjeron como consecuencia de la depresión económica de la primera mitad del siglo XX.
Por ello, necesitamos una acción integral que involucre al Estado, las empresas y la sociedad civil organizada. Personalmente visualizo campos de acción a estos múltiples niveles.
¿Cuáles serían las responsabilidades de cada uno?
Primero, el Estado debe dejar de considerar el problema medio ambiental como un tema aparte de su política general, sino que debe ser integrado como un componente de todos los aspectos sectoriales de la misma. Es decir políticas agrarias, mineras, pesqueras, etc no deberían aplicarse sin tener en consideración su componente medio ambiental.
Segundo, las empresas tienen que asumir el costo de protección del medio ambiente como parte de sus responsabilidades. Y esto significa que las empresas que explotan recursos del medio ambiente deben restituirlos para no generar desequilibrios futuros, lo que vale sobre todo para las industrias extractivas o las que afectan el aire, el agua y el suelo.
Y el más difícil de todos, pero que debería ser el primero que abordemos es el de la cultura medio ambiental que sólo puede cambiarse mediante el sistema educativo. En casas y escuelas los niños deberían aprender a una actitud diferente respecto al uso del agua y de la energía, y al tratamiento de los residuos. Desde niños deberíamos formarnos en el ahorro de los recursos básicos y en la cultura del reciclaje.
¿Con ello se resolvería el problema?
Solo se mitigaría, por cuanto se necesitan decisiones mayores. Por ejemplo: definir y promover una matriz energética sostenible. Nuestra matriz energética tiene un fuerte componente de fuentes fósiles no renovables, básicamente el carbón, primero, y el petróleo ahora. Hoy sabemos que esta matriz no es ya más viable a futuro. Por ello, deberíamos empezar a desarrollar otras fuentes energéticas limpias con las tecnologías disponibles gracias al avance científico. Por ejemplo, los biocombustibles, la energía eólica o la energía solar.
Uno de los factores que más daña el medio ambiente en el mundo es el proceso de urbanización creciente y caótico, ¿éste es el caso también de nuestro país?
Efectivamente, el crecimiento de las ciudades ha generado problemas que no eran preexistentes. Por ejemplo, con la generación de enormes volúmenes de agua servida que a través de colectores se descargan sin tratamiento en ríos, lagos y el mar, contaminándolos.
Otro caso también evidente es el de la contaminación del aire por gases tóxicos o residuos industriales, a lo que debe añadirse la contaminación generada por el parque automotor. En nuestro caso, la falta de sistemas de transporte público masivo ha dado lugar a un exceso del número de vehículos que generan una gran emisión de gases tóxicos.
Menos conocidas, pero igualmente peligrosas son la contaminación sonora, la contaminación visual y la contaminación lumínica que afectan a las grandes ciudades, y de las cuales ya tenemos efectos negativos en nuestro país.
Por: Jorge Zegarra R.
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El Informe Stern y el Perú: El futuro del Planeta en nuestras manos
El cambio climático y sus efectos negativos ha dejado de ser tema de preocupación de científicos y académicos para convertirse en tema de atención prioritaria de las agendas de los jefes de gobierno de los países más industrializados del mundo, como es el caso de los países que integran el G-8.
Y esto no es casual, los efectos que el cambio climático puede tener sobre la economía mundial, en caso de no adoptarse medidas inmediatas, pueden ser inimaginables.
Sobre este tema de acuciante actualidad versa el Informe Stern sobre los aspectos económicos del cambio climático en el mundo; documento poco conocido en nuestro país, pero cuya lectura es indispensable para políticos, empresarios y los ciudadanos en general por sus dramáticas conclusiones sobre el costo del cambio climático.
En el año 2003 el entonces ministro de hacienda del Reino Unido – y ahora Primer Ministro- Gordon Brown le encargó a Nicholas Stern la elaboración de un informe respecto de los efectos que el cambio climático y el calentamiento global tendrían sobre la economía mundial.
Nicholas Stern no es meteorólogo o físico sino un economista de talla mundial y, durante las últimas décadas, pasó la mayor parte de su tiempo no en universidades sino en instituciones que elaboran las políticas que rigen la economía mundial: en los años 90 fue Economista Jefe del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y de ahí pasó al Banco Mundial para ocupar el mismo cargo.
El 30 de octubre de 2006, hizo público un informe que constituye la más severa llamada de atención a los gobiernos, políticos y empresarios de todo el mundo por la gravedad de sus hallazgos.
Y es que la principal predicción de Stern es simplemente espeluznante: si no se actúa ahora, los costos del cambio climático para el planeta equivaldrían a la pérdida irreversible de al menos el 5% del PBI global y en un escenario más pesimista la perdida podría llegar hasta el 20% o más del PBI.
Pero la conclusión más alarmante es que, paradójicamente, serán los países más pobres –que son los que menos han contribuido a las causas del cambio climático y que están peor preparados para enfrentar cambios rápidos- los que se verán más afectados y con mayor intensidad.
De no adoptarse medidas urgentes para reducir las emisiones, la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, podría más que duplicarse para el año 2035 y la temperatura media del planeta se incrementaría en 2º Para tener una idea de la magnitud de ese incremento en la temperatura del planeta, aparentemente insignificante, basta señalar que la temperatura del planeta sólo se ha incrementado en 1ºC desde los albores de la civilización.
En esta sentido, el Informe Stern es precursor de la mucho más conocida película «Una verdad incómoda», del ex vicepresidente norteamericano Al Gore con la cual coincide en advertir el dramático horizonte que proyecta el cambio climático en curso y que es conocido como «calentamiento global».
Esto afectará profundamente la geografía física y humana del planeta; afectará los elementos esenciales de la vida como la conocemos y la de todas las personas, independientemente del lugar del planeta que habiten. Cientos de millones de personas podrían sufrir hambre, escasez de agua, inundaciones costeras, sequías y tormentas. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que millones de seres humanos se verán amenazados por el incremento de la malaria y otras enfermedades debidas a la mala calidad del agua y a la desnutrición.
Tal descalabro generará también cambios dramáticos en la agricultura y en los modos de producir alimentos, ya que miles de especies de plantas y animales que no puedan adaptarse a los cambios se extinguirán.
Ignorando deliberadamente esta realidad, muchos analistas del primer mundo han venido sosteniendo que el planeta no enfrenta la disyuntiva de tener que escoger entre el desarrollo económico o evitar el cambio climático. El Informe Stern los desmiente tajantemente. Según el destacado economista inglés, el desarrollo económico mundial pasa hoy necesariamente por replantear su relación con el medio ambiente y de ahí extrae su conclusión más contundente: a la larga, la mejor estrategia para alcanzar el crecimiento y el desarrollo económico sostenible es hacer frente al cambio climático. Lo contrario es un suicidio colectivo.
Ello nos trae al Perú. Ante esté sombrío panorama cabe preguntarse ¿qué están haciendo nuestras autoridades al respecto?
Más allá de los débiles, pero muy loables, esfuerzos de entidades como el Consejo del Medio Ambiente para promover campañas de concientización con los escasos recursos que les provee el Gobierno Central, lamentablemente poco mas se esta haciendo; el Gobierno debería asumir una agenda para el cambio climático y entre los temas que por ejemplo se debería incluir en ella podemos proponer, entre otros los siguientes: adoptar medidas radicales para detener la tala indiscriminada del bosque amazónico; promover mecanismos de canje de deuda por inversión en el medio ambiente; promover proyectos de energía alternativa como la energía eólica o solar; facilitar la renovación del parque automotor que constituye uno de los principales factores de contaminación ambiental; modificar la legislación municipal para hacer más eficiente la capacidad de recaudación de los arbitrios de limpieza publica; permitir a las autoridades municipales destinar los recursos económicos necesarios para la convertir los actuales botaderos en rellenos sanitarios, que sean operados en forma adecuada...
Y la lista seguiría indefinidamente, pero es hora de actuar y cuanto antes lo hagamos, las futuras generaciones deberán pagar menos por las consecuencias de nuestra irresponsabilidad.
Por: Jorge Zegarra R.
Por: Jorge Zegarra
El cambio climático y sus efectos negativos ha dejado de ser tema de preocupación de científicos y académicos para convertirse en tema de atención prioritaria de las agendas de los jefes de gobierno de los países más industrializados del mundo, como es el caso de los países que integran el G-8.
Y esto no es casual, los efectos que el cambio climático puede tener sobre la economía mundial, en caso de no adoptarse medidas inmediatas, pueden ser inimaginables.
Sobre este tema de acuciante actualidad versa el Informe Stern sobre los aspectos económicos del cambio climático en el mundo; documento poco conocido en nuestro país, pero cuya lectura es indispensable para políticos, empresarios y los ciudadanos en general por sus dramáticas conclusiones sobre el costo del cambio climático.
En el año 2003 el entonces ministro de hacienda del Reino Unido – y ahora Primer Ministro- Gordon Brown le encargó a Nicholas Stern la elaboración de un informe respecto de los efectos que el cambio climático y el calentamiento global tendrían sobre la economía mundial.
Nicholas Stern no es meteorólogo o físico sino un economista de talla mundial y, durante las últimas décadas, pasó la mayor parte de su tiempo no en universidades sino en instituciones que elaboran las políticas que rigen la economía mundial: en los años 90 fue Economista Jefe del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y de ahí pasó al Banco Mundial para ocupar el mismo cargo.
El 30 de octubre de 2006, hizo público un informe que constituye la más severa llamada de atención a los gobiernos, políticos y empresarios de todo el mundo por la gravedad de sus hallazgos.
Y es que la principal predicción de Stern es simplemente espeluznante: si no se actúa ahora, los costos del cambio climático para el planeta equivaldrían a la pérdida irreversible de al menos el 5% del PBI global y en un escenario más pesimista la perdida podría llegar hasta el 20% o más del PBI.
Pero la conclusión más alarmante es que, paradójicamente, serán los países más pobres –que son los que menos han contribuido a las causas del cambio climático y que están peor preparados para enfrentar cambios rápidos- los que se verán más afectados y con mayor intensidad.
De no adoptarse medidas urgentes para reducir las emisiones, la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, podría más que duplicarse para el año 2035 y la temperatura media del planeta se incrementaría en 2º Para tener una idea de la magnitud de ese incremento en la temperatura del planeta, aparentemente insignificante, basta señalar que la temperatura del planeta sólo se ha incrementado en 1ºC desde los albores de la civilización.
En esta sentido, el Informe Stern es precursor de la mucho más conocida película «Una verdad incómoda», del ex vicepresidente norteamericano Al Gore con la cual coincide en advertir el dramático horizonte que proyecta el cambio climático en curso y que es conocido como «calentamiento global».
Esto afectará profundamente la geografía física y humana del planeta; afectará los elementos esenciales de la vida como la conocemos y la de todas las personas, independientemente del lugar del planeta que habiten. Cientos de millones de personas podrían sufrir hambre, escasez de agua, inundaciones costeras, sequías y tormentas. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que millones de seres humanos se verán amenazados por el incremento de la malaria y otras enfermedades debidas a la mala calidad del agua y a la desnutrición.
Tal descalabro generará también cambios dramáticos en la agricultura y en los modos de producir alimentos, ya que miles de especies de plantas y animales que no puedan adaptarse a los cambios se extinguirán.
Ignorando deliberadamente esta realidad, muchos analistas del primer mundo han venido sosteniendo que el planeta no enfrenta la disyuntiva de tener que escoger entre el desarrollo económico o evitar el cambio climático. El Informe Stern los desmiente tajantemente. Según el destacado economista inglés, el desarrollo económico mundial pasa hoy necesariamente por replantear su relación con el medio ambiente y de ahí extrae su conclusión más contundente: a la larga, la mejor estrategia para alcanzar el crecimiento y el desarrollo económico sostenible es hacer frente al cambio climático. Lo contrario es un suicidio colectivo.
Ello nos trae al Perú. Ante esté sombrío panorama cabe preguntarse ¿qué están haciendo nuestras autoridades al respecto?
Más allá de los débiles, pero muy loables, esfuerzos de entidades como el Consejo del Medio Ambiente para promover campañas de concientización con los escasos recursos que les provee el Gobierno Central, lamentablemente poco mas se esta haciendo; el Gobierno debería asumir una agenda para el cambio climático y entre los temas que por ejemplo se debería incluir en ella podemos proponer, entre otros los siguientes: adoptar medidas radicales para detener la tala indiscriminada del bosque amazónico; promover mecanismos de canje de deuda por inversión en el medio ambiente; promover proyectos de energía alternativa como la energía eólica o solar; facilitar la renovación del parque automotor que constituye uno de los principales factores de contaminación ambiental; modificar la legislación municipal para hacer más eficiente la capacidad de recaudación de los arbitrios de limpieza publica; permitir a las autoridades municipales destinar los recursos económicos necesarios para la convertir los actuales botaderos en rellenos sanitarios, que sean operados en forma adecuada...
Y la lista seguiría indefinidamente, pero es hora de actuar y cuanto antes lo hagamos, las futuras generaciones deberán pagar menos por las consecuencias de nuestra irresponsabilidad.
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